En medio de una brutal masacre que tuvo lugar en la exhacienda del Carmen, la indiferencia y negligencia de las autoridades locales han dejado a la comunidad de Salvatierra sumida en la indignación y el dolor.
Mientras un grupo de sujetos armados perpetraba el ataque durante la posada anual, las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE) y la policía municipal permanecieron inmóviles en la parte exterior, sin intervenir para detener a los responsables.
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Los familiares de las víctimas, que lograron llegar al lugar tras recibir desesperadas llamadas de auxilio, acusan a las autoridades de negarse a intervenir “hasta que no terminara”.
Según los relatos de quienes alcanzaron a llegar a la exhacienda, los elementos estatales y municipales se limitaron a estar presentes en el lugar, incluso cuando los balazos resonaban en el interior y los heridos pedían ayuda.
“Les dijimos que íbamos a entrar porque estaban nuestros familiares ahí adentro para ayudarlos. Todavía se escuchaban los balazos adentro. Dijeron que por nuestra seguridad no entráramos porque estaban las personas armadas adentro. Me dijeron que me tocaría a mí”, expresó un familiar consternado sobre lo ocurrido en Salvatierra.
Ante la indiferencia y la falta de acción por parte de las autoridades, los familiares reclamaron a los elementos de seguridad: “¿Entonces qué hacen ustedes aquí?”.
El testimonio de los testigos evidencia la falta de esfuerzo por parte de la autoridad estatal y municipal de Salvatierra para detener a los responsables en el momento de los hechos: “Se me hizo algo inconsciente. ¿Cómo es posible que no puedan apoyar para detener a los delincuentes? Sólo estuvieron afuera protegiéndolos. Así pasó. Terminaron de matar y se fueron. Ellos (los policías), ahí parados”.
En medio de la tragedia, y con el dolor y la indignación como telón de fondo, los familiares de las víctimas exigen la renuncia del alcalde Germán Cervantes Vega. Consideran que la falta de acción y justicia en el asesinato de los once jóvenes es un reflejo de la situación que ha marcado el historial de Salvatierra en los últimos años.
La comunidad espera respuestas, acciones y justicia en un momento en el que la confianza en las autoridades locales se ha visto gravemente socavada. La masacre en la exhacienda del Carmen deja una herida profunda que solo la rendición de cuentas y el compromiso con la seguridad y la justicia podrán empezar a cerrar.