El nopal, además de brindarnos el vegetal, nos regala su flor, belleza que nace en la parte superior de las areolas de los tallos
En México, el nopal, además de ser símbolo de identidad es alimento, uno de los ingredientes primordiales de la gastronomía nacional.
De acuerdo con el Gobierno de México el uso de este cacto, el nopal, se da en la alimentación, la ganadería, el arte, la construcción, la ciencia, la estética y mucho más.
Este vegetal habría sido domesticado hace nueve mil años y, junto con el maguey, el maíz y el frijol, fue el alimento principal de los grupos chichimecas.
Fue llamado nohpalli, en voz náhuatl que significa “árbol que lleva tunas” y se transformó en nopal a la llegada de los españoles.
Fray Bernardino de Sahagún lo describió como “monstruoso” a ese vegetal cuyo tronco se compone de las hojas y las ramas se hacen de las mismas hojas que son anchas, gruesas y comestibles.
Hace 20 mil años, aproximadamente, cuando los primeros pobladores llegaron a la Cuenca de México y vivían como nómadas cazadores y recolectores encontraron varios géneros de cactus de los cuales se alimentaban. El del nopal es uno de los mayores y más antiguos registros que se tienen.
Los nopales conforman el grupo vegetal con más especies y más amplia distribución de los cactus, de aproximadamente 200 especies de nopales, 101 viven en México.
Flor de nopal, la belleza comestible
El nopal, además de brindarnos el vegetal, nos regala su flor, belleza que nace en la parte superior de las areolas de los tallos.
Se muestra con forma de corona formada por una gran cantidad de sépalos y pétalos. Florece una vez al año y se transforma en tuna tras su maduración en la temporada de lluvias, sin embargo, siempre es comestible.
En México, hay decenas de especies, por lo que nos brinda una diversidad de flores con variaciones en forma y color, cada una de las cuales posee su particular forma de belleza.
El Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana Larousse explica que según la especie de que se trate, el color de las flores varía, “pueden ser amarillas, rosas, rojas, anaranjadas o verdes”.
Los tamaños también varían y algunas alcanzan hasta 10 centímetros de diámetro cuando están abiertas y no tienen olor.
El sabor de la flor de nopal
La flor de nopal, o flor de tuna, como se conoce en Hidalgo, se emplea en la preparación de sopas en el Valle del Mezquital.
“Mientras los otomíes de Querétaro usan en guisos los ovarios de la flor de la especie Opuntia auberi, de manera similar a los nopales. Los seris, comen las flores del Cylindropuntia versicolor. En Tlaxcala las cuecen con los frijoles de la olla”, describe el diccionario gastronómico.
La flor de nopal es una delicia, que según la especie se combina con verduras que dan sabor a guisos inimaginables en diferentes regiones.
Desde sopas, hasta mole, pasando por preparaciones sencillas, solo asada, o en infusiones, la flor de nopal es testimonio del alimento que nos brinda la tierra.