Diana Karina es integrante de la corporación y una de sus más grandes satisfacciones es ayudar a víctimas de género y violencia con humanismo
Conoce más sobre la labor, preparación y hasta la personalidad de las y los policías destacados en el estado de Hidalgo, hazlo a través de la serie editorial, Más que un Uniforme. Esta cuarta entrega te presentamos a la agente, Diana Karina Bautista Velázquez, integrante de la Policía Violeta de la Secretaría de Seguridad Pública estatal.
Esta joven de 27 años pertenece a la primera generación de la Policía Violeta. Cuando inició el proyecto estaba adscrita a la Delegación de Mixquiahuala, fue en diciembre del 2022.
La diferencia de esta corporación con las otras unidades, define, es especialmente para la atención de víctimas de grupos vulnerables como mujeres, niñas, niños, adolescentes, adultos mayores, personas de la diversidad sexual, hasta algunos hombres, en suma, todo lo relacionado a la violencia de género y de familia.
Para el desempeño de su labor se trasladan en unidades diferentes, denominadas patrullas violeta, y no solo es conformada por policías mujeres, también hay hombres. El objetivo principal es prevenir el delito, fomentar la cultura de la denuncia y la erradicación de la violencia de género.
El entrenamiento que reciben las y los oficiales para proteger a las víctimas es mediante capacitaciones de cómo abordarlas en ese momento de crisis, así como brindarles asesoramiento legal.
Los desafíos que enfrentan al pertenecer a esta corporación es la falta de la cultura de la denuncia, porque muchas veces las víctimas no quieren hacerlo, por temor u otros motivos.
La Policía Violeta también colabora con otras instituciones y organizaciones para brindar apoyo integral a las víctimas, pues lo principal es proteger la vida, subraya la oficial Diana Karina Bautista.
En todo momento de la atención se sigue un protocolo a fin de garantizar la confidencialidad y seguridad de la persona, todos sus datos son manejados con secrecía, sobre todo aquellas víctimas de alto riesgo, también a niñas y niños, a fin de no revictimizar y no exponerlos al círculo donde fueron agredidos.
Su atención siempre, siempre será en un lugar seguro y la cualidad primordial de una policía violeta es la empatía y confianza.
En la experiencia del 2022 a la fecha la agente Diana Karina Bautista puntualiza que ha disminuido mucho la violencia. “Cuando empezó la corporación había muchas, muchas atenciones, afortunadamente, hay menos. Nos damos cuenta, porque al acudir al lugar del hecho, nos indican que ya tomaron la iniciativa de denunciar, incluso, de asesoramiento legal”.
Los servicios adicionales para la atención de la víctima son igualmente con un psicólogo para la contención emocional y ambos le brindan el apoyo que requiere, sobre todo con infantes.
Después de esta primera atención la Policía Violeta canaliza a las personas a otras redes e instancias como la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños, Adolescentes y de la Familia en el estado, al Centro de Justicia para Mujeres y otras donde brindan talleres para aprender oficios y poder ser independientes económicas, pues es uno de los puntos de violencia.
La policía Diana Karina Bautista comparte que tiene la fortuna de atender casi siempre casos de infantes y es inevitable conmoverse, pues antes de ser agente, es un ser humano con la empatía de ayudar a un ser indefenso.
De las experiencias más difíciles son las niñas y niños, algunos abandonados o encontrados en vía pública sin ropa, ni zapatos y, que sus propios padres son los responsables de esa violencia.
Uno de los casos con mayor conmoción fue la atención a un reporte en Mineral de la Reforma, se trataba de un bulto que se movía, era una bebé de horas de nacida, a la cual abandonaron dentro de una bolsa encima de un hormiguero.
Cuando arribó la oficial ya habían llegado bomberos voluntarios adscritos a Seguridad Pública, quienes la estabilizaron, pues tenía hormigas en su cuerpo desnudo.
Diana Karina fue la responsable de trasladarla al Hospital del Niño DIF, donde la atendieron de inmediato. Durante el trayecto la abrazo, diciéndole que debía sobrevivir y que todo estaría bien, la bebé dejó de llorar mientras se apegaba a su pecho. Hoy la niña está en perfecto estado de salud.