El más reciente homicidio ocurrió en la Montaña Alta y otro más, el lunes pasado, en la región Costa Chica
En menos de una semana dos alcaldes fueron asesinados en el estado de Guerrero, uno electo en el municipio de Copala, en la región Costa Chica, quien fue atacado cuando viajaba en un autobús rumbo a su pueblo, y el otro, el actual gobernante del municipio de Malinaltepec, en la región de la Montaña Alta, fue retenido por pobladores de una comunidad y su cuerpo apareció un día después en la batea de una camioneta.
En ambos casos la Fiscalía General del Estado inició las carpetas de investigación, sin que existan hasta el momento detenidos por los homicidios.
El hecho más reciente es el asesinato del alcalde de Malinaltepec, Acasio Flores Guerrero. Su cuerpo fue encontrado la noche del viernes cerca de Alacatlalzala, la comunidad a la que acudió el jueves por la tarde para inaugurar la pavimentación de una calle.
En ese lugar, entre jaloneos, el alcalde fue retenido por pobladores y sujetos armados. Los integrantes de su comitiva fueron expulsados.
Durante el viernes, la Secretaría General de Gobierno había informado de su traslado a la comunidad Alacatlatzala, junto con elementos del Ejército, de la Guardia Nacional y la Policía Estatal, con la finalidad de establecer un diálogo con los inconformes y liberar al edil.
Por la noche, Deyanira Bernardino Arzate, esposa del edil, informó que autoridades del gobierno estatal le confirmaron el hallazgo de su esposo. Reportes policiales indican que el cuerpo fue encontrado sin vida en la batea de su camioneta.
Esta misma semana, a unos 130 kilómetros de Malinaltepec, un alcalde electo también fue asesinado.
En el municipio de Copala, a las cinco horas del lunes 17 de junio, Salvador Villalba Flores fue baleado cuando regresaba de la Ciudad de México en un autobús, sobre la carretera Acapulco-Pinotepa Nacional, en la localidad de San Pedro las Playas, de Acapulco.
Este crimen ocurrió tras una sucesión de hechos violentos. Antes del proceso electoral fue asesinado el dirigente del Partido Verde Ecologista, quien se mencionaba como uno de los principales aspirantes al cargo de alcalde. Tras el crimen, la candidatura de ese partido se asignó a una mujer familiar del occiso, quien después renunció a su postulación al revelar que había recibido amenazas.
Al final, el pueblo de Copala eligió a Salvador Villalba Flores, un capitán de la Marina en retiro postulado por el partido México Avanza.
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El pasado lunes el edil electo viajaba desde la Ciudad de México hacia Copala en un autobús de servicio público cuando hombres armados detuvieron el transporte, subieron y dispararon de manera directa contra el político.
El sacerdote católico Filiberto Velázquez, quien en los últimos meses ha promoviendo diálogos por la paz en ese estado, consideró que ambos crímenes están marcados por conflictos previos y pudieron haberse evitado si el estado hubiera intervenido para llamar a las partes a dialogar y dirimir las diferencias. Tras lo hecho hizo un llamado a la paz, incluso a quien operan fuera de la ley.
