Mientras que en una región fueron contundentes y generaron exceso de humedad, en otra favorecieron el crecimiento
Aunque las lluvias dejaron un abundante nivel de agua en presas, reactivó jagüeyes y pintó de verde los campos tulancinguenses, según la Dirección de Desarrollo Rural del municipio, no se vislumbra un panorama favorable para la siembra de maíz, al menos en este 2024.
Según informó la dependencia, “una superficie importante de hectáreas” no se sembraron en tiempo idóneo para la producción de grano de maíz para autoconsumo, fenómeno que a primera causa responde a la intensa sequía que se arrastraba en la región desde hace más de dos años y que concluyó apenas en junio.
En segunda instancia, a consideración del órgano gubernamental, el exceso de humedad en los terrenos resultó contraproducente, ya que debido a que muchos de ellos se inundaron, no generaron las condiciones favorables para la siembra de maíz. Por esta razón, se prevé que agricultores del municipio opten por otro tipo de siembra.
“Ante esta situación, se prevé que la producción de maíz grano para autoconsumo se verá mermada de manera significativa y los productores se verán en la necesidad de cambiar los cultivos a cebada y avena, que, por su ciclo fenológico y su resistencia a las bajas temperaturas, permitirán obtener forraje para el ganado, a excepción del ejido La Lagunilla”, precisó la dependencia.
Y es que en La Lagunilla, informaron que hay buen avance de siembras, con producción de maíz grano que oscila entre las cuatro y seis toneladas por hectárea, condición favorable debido a su micro clima y precipitación media anual.
“De continuar las lluvias de manera copiosa e ininterrumpida, puede correrse el riesgo de que la producción agrícola se vea afectada de manera importante, sobre todo en su rendimiento, ya que los cultivos tendrían acamamiento en el caso del maíz (tanto de riego y temporal) además de posibles enfermedades en la horticultura a cielo abierto”, abundaron.
En otro tenor, el gobierno reconoció que pese a que las lluvias han tenido impacto positivo en el acumulado de hídrico en algunas presas y cuerpos de agua, aún no son suficientes para el posterior uso en tierras de riego.
Otro panorama pinta para el Valle del Mezquital
Mientras tanto, en el Valle del Mezquital, las lluvias recientes dan esperanza a los campesinos de esta región, donde el maíz es uno de los forrajes y granos que más se siembran en los campos de cosecha.
Según información oficial, se cultivan aproximadamente 40 mil hectáreas de maíz de riego, que equivalen al cuatro por ciento del área nacional irrigada ocupada por este cultivo; de las cuales la mayoría es de temporal a escala estatal.
Según datos de la Secretaría de Agricultura del gobierno de Hidalgo del año 2021, el Valle del Mezquital produce más del 67.96 por ciento del maíz en la entidad, lo que coloca a esta región como la más importante en generación granera de todo el estado Hidalgo.
Este porcentaje equivale a 420 mil 102.51 toneladas, números que indican que esta región de Hidalgo está en el primer lugar en materia agrícola, por consecuencia, también es la primera en producir pacas de zacate.
Según el reporte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) las precipitaciones fueron de 50 hasta 100 mililitros, lluvias que según los campesinos, han logrado penetrar la tierra con una humedad de más de veinte centímetros.
Con esta humedad de la tierra, no fue necesario regar las parcelas por la técnica por inundación con aguas negras, para el barbecho o siembra del maíz blanco, criollo o mejorado.
El maíz que sembraron a inicios de la temporada de lluvias, ya comenzó a germinar y nacer debajo de la tierra, por lo que los campesinos comenzaron a cuidar sus maizales de animales como las ardillas y conejos, especies que destapan los maíces para comerse las semillas.
En la actualidad el precio del maíz por kilo es de cinco pesos, mientras que el costo por paca de zacate es de ochenta pesos y el kilo de tortilla “hechas a mano” sobrepasa los 25 pesos por kilo.