El líder hutí, Abdelmalek al Huti, afirmó que están “muy contentos con la confrontación directa” entre los hutíes e Israel
Los rebeldes chiíes hutíes prometieron este domingo que seguirán adelante con su ofensiva contra Israel y escalarán sus operaciones en represalia por el ataque israelí contra la ciudad costera yemení de Al Hodeida, que dejó al menos seis muertos y 83 heridos.
El líder hutí, Abdelmalek al Huti, anunció en un discurso televisado que este ataque no les disuadirá ni les impedirá seguir adelante con sus operaciones, sino que las incentivará con “una mayor escalada y más ataques” al tiempo que “desarrollarán más” las capacidades del grupo insurgente.
También afirmó que están “muy contentos con la confrontación directa” entre los hutíes e Israel, y aseguró que “el enemigo israelí perderá y fracasará (…) y los usurpadores de Palestina deberían estar más preocupados que nunca”.
El ejército israelí atacó ayer, sábado, depósitos de petróleo y una planta eléctrica en la ciudad costera controlada por los hutíes, además de otras instalaciones tras la acción de los insurgentes el día de antes contra Tel Aviv que provocó la muerte de un civil israelí.
De acuerdo al Ministerio de Salud de los hutíes, citado por el canal yemení Al Masira -portavoz de los rebeldes-, al menos seis personas han muerto, tres están desaparecidas y otras 83 resultaron heridas, aunque se teme que el balance de víctimas sea superior.
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Este ataque, el primero de Israel contra el Yemen, lejos de amedrentar a los hutíes, supuso un incentivo para que los rebeldes anunciaran la continuación de la quinta etapa de la escalada de sus acciones contra “el enemigo israelí” en apoyo al pueblo palestino.
Mayor tensión, acciones impredecibles
Arabia Saudí, que capitanea una coalición militar en el Yemen desde 2015 contra los hutíes, expresó este domingo su “gran preocupación” por el ataque israelí del sábado en territorio yemení, al considerar que “duplica la tensión” en Oriente Medio y “perjudica los esfuerzos para un alto el fuego en Gaza”.
Ante las acciones impredecibles que pueden seguir a la escalada de tensión entre Israel y los hutíes, el Ministerio de Exteriores saudí instó a que “todas las partes ejerzan máxima moderación” y “distancien la región y a sus pueblos de los peligros de la guerra”.
Por ello, el reino árabe pidió a la comunidad internacional y a “las partes activas e influyentes que asuman su responsabilidad y desempeñen un papel para poner fin a los conflictos en la región“.
Este llamamiento se da mientras el puerto de la localidad de Al Hodeida, en la costa del mar Rojo del Yemen, continúa envuelto en espesas columnas de humo y llamas que los equipos de emergencia de los hutíes tratan de extinguir.
Imágenes enviadas a EFE por trabajadores del puerto de Al Hodeida mostraron la zona comercial del puerto en ruinas, con escombros y restos carbonizados esparcidos por las instalaciones del puerto, donde se produjo una cadena de explosiones masivas como consecuencia de los bombardeos de los aviones de combate israelíes.
Efectos en cadena
La destrucción de la instalación ha hecho saltar las alarmas por las potenciales consecuencias económicas y humanitarias que pueda tener, ya que el puerto de Al Hodeida es el principal punto de entrada de bienes esenciales, combustible y asistencia vital para millones de personas que viven en zonas controladas por los rebeldes.
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Muchos residentes de Al Hodeida y Saná -la capital del Yemen, bajo dominio hutí- hicieron largas colas con sus coches en las gasolineras poco después de los ataques, en previsión de una carestía de combustible, aunque la Yemen Oil Company aseguró que tiene reservas suficientes para cubrir las necesidades de la población, pero no especificó durante cuánto tiempo.
Las autoridades de Al Hodeida también informaron de que el suministro de electricidad se ha restablecido después de que se produjeran severos cortes por los ataques contra la principal central de generación de energía, en el norte de la ciudad.