Alejandro Moreno anunció que es momento de abrir las puertas a una reforma ue pase por las ideas, las propuestas, la estructura, la organización y la relación del partido con la sociedad
“No vamos a ocultar que el partido se encuentra en la posición más precaria de su historia, pero no podemos, ni debemos sucumbir al fatalismo, ni a los ataques, ni a los malos augurios de quienes por años han deseado ver al PRI tocar el fondo del abismo”, dijo Alejandro Moreno Cárdenas este domingo tras ganar el proceso interno para la renovación de la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Tras una votación cómoda, Alejandro Moreno logró reelegirse hasta 2028 con 440 de los 448 votos disponibles de los consejeros del tricolor, que representan 97 por ciento de los sufragios.
De manera fast track, apenas habían pasado 20 minutos del término del proceso electoral y de inmediato trascendió el resultado de 440 votos a favor de Alejandro Moreno y ocho de su única rival, Lorena Piñón, con ocho sufragios. De inmediato vino la toma de protesta de los triunfadores: Alejandro Moreno como presidente del PRI y de Carolina Viggiano como secretaria general, quienes repiten por tercera ocasión.
En un mensaje a los priistas, Alejandro Moreno agradeció por más de 15 minutos a todos aquellos que lo apoyaron, e incluso dijo que fue una contienda muy intensa.
Alejandro Moreno anunció que es momento de abrir las puertas a una reforma integral del partido y, al mismo tiempo, aseguró que si bien no puede juzgarse anticipadamente que el próximo gobierno seguirá a rajatabla la línea del actual, “lo que sí podemos decir y queremos que se escuche fuerte y claro, es que el PRI será un feroz opositor”.
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Indicó que se impulsará una reforma que pase por las ideas, las propuestas, la estructura, la organización y la relación del partido con la sociedad y con el resto de los actores políticos.
Dejó en claro que el PRI no apoyará reforma alguna al Poder Judicial que busque mermar su independencia y debilitarlo frente al resto de los poderes constituidos, además, seguirá expresando su rechazo a la sobrerrepresentación desmedida de los partidos oficialistas en el Congreso de la Unión, por lo que se pronunció por una asignación de escaños y curules que refleje con mayor fidelidad la voluntad popular depositada en las fuerzas políticas.
Moreno Cárdenas extendió su reconocimiento a Lorena Piñón y Cuauhtémoc Betanzos, dos jóvenes priistas de la nueva generación que están llamados a ocupar un lugar central en el proceso de renovación del PRI, y anunció que cada una de sus propuestas estarán en el plan de trabajo de la nueva dirigencia.
Los expresidentes del PRI, Dulce María Sauri Riancho, Pedro Joaquín Coldwell y Enrique Ochoa Reza, señalaron que quedó consumada la farsa de Alejandro Moreno Cárdenas a la elección a la dirigencia nacional del tricolor, como quedó demostrado con el 97 por ciento de los votos a su favor, junto con su compañera de fórmula Carolina Viggiano, con lo que queda secuestrado el tricolor.
Dulce María Sauri recordó que la reelección es producto de una Asamblea Nacional ilegal con la que Alejandro Moreno pretende “secuestrar” al partido histórico de México por otros cuatro años.
Además señalaron que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha sido permisivo ante el “atraco” de la dirigencia nacional, que este domingo culminó con la reelección de Alejandro Moreno Cárdenas en la presidencia del partido para los próximos cuatro años.
Sostuvieron que la Asamblea Nacional tiene múltiples ilegalidades en cuanto a su ejecución, ya que el Reglamento para su organización no fue aprobado por el Consejo Político Nacional (CPN) como lo establecen los Estatutos en su artículo 83.
De igual manera, no hubo información oportuna de los cambios estatutarios que se iban a votar ni acceso amplio a las mesas de discusión para los delegados interesados en participar.
De hecho, solamente cien personas fueron acreditadas en cada una de las mesas que discutían las reformas. Se trata de una asamblea rasurada, solo participan los consejeros nacionales elegidos a modo por esta dirigencia.
Los exdirigentes manifestaron que, por primera vez en la historia del PRI, el dirigente se reelige “a puerta cerrada, sin propuestas, ni debate, ni proyecto de futuro y donde la militancia ha estado ausente.