El recinto religioso se llenó de júbilo por la llegada de monseñor Óscar Roberto Domínguez Couttolenc a quien recibieron con gran alegría
Como parte del recorrido por diversos recintos religiosos, monseñor Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, nuevo Arzobispo de la Arquidiócesis de Tulancingo, visitó este miércoles 28 de agosto la Basílica Menor de Santa María de Guadalupe, mejor conocida como ‘La Villita’.
Previo a su arribo, un amplio grupo de feligreses se congregó para darle la bienvenida, así como párrocos locales, entre ellos, el presbítero Marciano Reyes de la iglesia de San Francisco, Miguel Peña de la Parroquia de la Asunción y la Unión de fotógrafos del Estado de Hidalgo (UFEH), quienes incluso mandaron a hacer lonas para recibirlo.
En punto de la 1:22 de la tarde, el Arzobispo llegó en caravana y se escuchó el repique de campanas, lo que llenó de júbilo el lugar, en donde centenares de creyentes le recibieron con sonrisas, banderines y globos en tonalidades blancas y amarillas.
Al ingresar, Domínguez Couttolenc tuvo acercamiento con algunos feligreses quienes le externaron sus necesidades y le pidieron su bendición; con alegría también estrechó la mano con presbíteros y organizadores.
Uno de los momentos más sublimes fue cuando el Arzobispo llegó al altar, observó a la Virgen María y se hincó frente al Santísimo, en donde se tomó un par de minutos para otra en silencio.
Asimismo, agradeció y dirigió unas palabras: “Es un honor venir al Santuario de la Virgen de Guadalupe, le doy gracias a Dios por encontrarme con ustedes, se que es un día difícil, todo el mundo está con ocupaciones, pero en este paso nos encontramos y vemos las caras, eso es bueno, que conozcan a su pastor, un pastor no es nada sin los sacerdotes y sin el pueblo”, argumentó.
Como parte de la Sucesión Arzobispal, este día se prevé que Monseñor llegue a la Catedral Metropolitana de Tulancingo aproximadamente a las 18:00 horas, en donde se hará la sucesión oficial y comenzará su ministerio episcopal; se anunció que estará acompañado por el ahora Arzobispo Emérito Domingo Díaz Martínez y un nuncio apostólico de la Santa Sede.