Javier Oliva, especialista en seguridad, destacó que la sentencia contra Genaro García Luna es inédita porque fue un funcionario del más alto nivel en México
La sentencia condenatoria contra Genaro García Luna, por sus nexos con el narcotráfico, representa un hito histórico, y no en el buen sentido, consideró el especialista en temas de seguridad Javier Oliva.
“Indudablemente es algo muy muy serio, es un juicio inédito porque se trata del funcionario mexicano del más alto nivel (condenado) allá en los Estados Unidos, e insólito por el tipo de información y por los cinco delitos por los que se le sentencia”, comentó Javier Oliva en entrevista con El Sol de México.
Este miércoles, Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública en el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), fue sentenciado a 460 meses de prisión –más de 38 años– por el juez estadounidense Brian Cogan, el mismo que dictó sentencia contra el capo Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Participar en una empresa delictiva continuada, conspiración para distribuir y poseer cocaína, conspiración para la importación de cocaína, conspiración para la distribución internacional de cocaína, y hacer declaraciones falsas son los cinco cargos por los que Genaro García Luna fue declarado culpable en febrero de 2023 y condenado este miércoles.
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Oliva Posada consideró que la razón para que no hubiera una sentencia de cadena perpetua se debe a que los delitos “no dan para tanto; es decir, no puedes equiparar una posible cadena perpetua con los mismos que cometió y por los que sentenciaron a Joaquín El Chapo Guzmán. O sea, no hay comparación”.
“Ahora, él tiene 56 años con esos 38 (años de condena), va a salir cuando tenga 94 años”.
Durante la audiencia para dictar sentencia, el juez Brian Cogan arremetió contra Genaro García Luna y lo comparó con Guzmán Loera antes de dar a conocer su condena.
“Usted vestirá muy elegante, usted podrá decir que respeta la ley y seguro lo cree, pero su conducta es la misma que la del Chapo”, dijo Cogan.
El especialista Javier Oliva rechazó que la sentencia contra García Luna demuestre la existencia de un narcoestado durante el gobierno de Felipe Calderón.
“Eso es mucho más propagandístico que real (…) si se habla de un narcoestado entonces el Ejército, la Marina Armada, los gobernadores, los secretarios de Estado, estarían metidos“, explicó.
Sin embargo, apuntó que la sentencia contra García Luna tiene implicaciones muy serias debido a las áreas sensibles en las que se desempeñó a lo largo de su carrera.
“Es un policía que viene desde la época del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) de épocas de (Ernesto) Zedillo, incluso desde antes”, dijo.
El también colaborador de este diario agregó que la sentencia ocurre en un momento en que México y Estados Unidos mantienen una relación ríspida, que se observó con las diferencias que hubo entre el expresidente Andrés Manuel López obrador y la Administración de Control de Drogas (DEA). Agregó que también hay un contexto electoral en donde Estados Unidos elegirá a su próximo presidente o presidenta el 5 de noviembre.
Además, desde la mirada internacional consideró que “es un golpe muy serio, ya no digamos al gobierno de Calderón, sino en general para el Estado mexicano porque sí es de una seriedad tremenda”.
No obstante, subrayó que la sentencia contra el exsecretario de Seguridad Pública en el calderonato no debe juzgarse sólo desde la coyuntura, sino con un contexto más amplio. Explicó que García Luna obtuvo de Estados Unidos la visa de primera preferencia EB-1, conocida popularmente como “visa Einstein”.
“Esa visa se la dan a científicos, artistas, bailarinas de ballet, etcétera, y él estuvo 10 años viviendo en Miami tranquilamente, puso una empresa, el equivalente al SAT de Estados Unidos es muy riguroso con las inversiones, con la procedencia del dinero; ¿y 10 años después se dieron cuenta? (de los nexos de García Luna con el narcotráfico)”, cuestionó.
“El FBI, cuando estaba terminando el gobierno de Calderón, lo propuso (a García Luna) para que fuera director general de la Interpol (…) Hay que analizar con detenimiento, digamos, el proceso judicial y darle contexto, y no quedarnos con la pura coyuntura del juicio”, remató.