El Archivo General de la Nación divulgó expedientes del plan de la Dirección Federal de Seguridad para desmantelar al grupo la Unión del Pueblo, a finales de los años 70
“Un grupo de 25 uniformados (10 agentes federales, cinco policías militares y 10 soldados) operaba en la Ciudad de México para interceptar comunicaciones y detectar actividades subversivas.
Otras dos células con igual número de integrantes estaban listas para movilizarse por aire o por tierra a las ciudades de Oaxaca y Guadalajara con el objetivo de capturar a “los terroristas”.
Un cuarto grupo actuaba como reserva móvil y estaba listo para trasladarse a cualquiera de los tres puntos en caso de que alguna de las cuadrillas requiriera apoyo.
Así es como se diseñó el operativo Silenciador para desarticular al grupo guerrillero Unión del Pueblo, que operó durante los años 70 del siglo pasado y que tenía reivindicaciones socialistas.
El pasado 18 de octubre, el Archivo General de la Nación (AGN) publicó una serie de documentos en los que, por primera vez, se muestran las estrategias que empleó la Dirección Federal de Seguridad (DFS) para combatir a la insurgencia urbana.
“A finales de la década de los setenta del siglo pasado, en México había un ambiente tenso debido a la cruzada del gobierno contra las guerrillas urbanas. La falta de libertades democráticas y la severa crisis de derechos motivaron a diversos grupos a crear movimientos armados en busca de generar mejores condiciones de vida, así como de terminar con la pobreza y la desigualdad”, refiere el texto que acompaña a los documentos localizados en la caja A20 34-103, legajo 4, expedientes 5 al 80.
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“En este contexto, mediante la operación ‘Silenciador’, liderada por la Dirección Federal de Seguridad, se buscó desarticular al grupo Unión del Pueblo, grupo guerrillero que le declaró la guerra al gobierno mexicano”, agrega la exposición del AGN.”
Los orígenes de la Unión del Pueblo se encuentran en octubre de 1971, en el grupo dirigido por Jaime Baliwest, en la Universidad Autónoma de Chapingo. Aunque ellos nunca optaron por la lucha armada y sólo hacían reivindicaciones socialistas, algunos de ellos fueron detenidos en 1972, torturados y encarcelados por la policía.
De acuerdo con una recopilación sobre grupos armados realizada por la Universidad George Washington de Estados Unidos, a finales de los años 60 y principios de los 70, algunos de los integrantes de la Unión del Pueblo viajaron frecuentemente a Cuba, donde conocieron a José María Ortiz Vides, guatemalteco que meses atrás había participado al lado de Marco Antonio Yon Sosa en la guerrilla de su país, quien se incorporó a la Unión del Pueblo el 20 de mayo de 1972 como instructor militar.
Según los documentos que los agentes de la DFS le decomisaron a Nuria Boldo Belda, integrante del grupo subversivo el 29 de octubre de 1973, la estructura de la Unión del Pueblo consistía en una Dirección Nacional, una Dirección de Cuadros Medios y la Base.
“Se definieron como una organización revolucionaría clandestina, integrada por grupos de militantes revolucionarios, Comandos de Represión Popular y Comités de Construcción Revolucionaria. Sus células fueron llamadas Comandos de Resistencia”, se lee en los archivos de la Universidad George Washington.
Según los documentos publicados por el AGN, “la Unión del Pueblo fue un grupo guerrillero que se caracterizó por la fabricación e instalación de bombas en diferentes ciudades con el objetivo de crear un gobierno socialista”.
Para 1975, “habían colocado cincuenta y un bombas de manufactura casera en diversos puntos del país”. Su presencia se concentró en los estados de Guadalajara, Oaxaca, Estado de México y Ciudad de México. “Uno de sus principales fundadores fue José María Ortiz Vides, un exguerrillero guatemalteco, que recibió formación militar en Vietnam”.
Elaborado el 18 de mayo de 1978, cuando la DFS era dirigida por Javier García Paniagua, fallecido padre de Omar García Harfuch, actual secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, la operación Silenciador señala que en octubre de 1971 se identificó la presencia en nuestro país de cinco elementos de nacionalidad guatemalteca, “destacados terroristas perseguidos por las autoridades de ese país”.
En el recuento de antecedentes, el documento del operativo Silenciador menciona que el 20 de mayo de 1972 “se recibe información de que un individuo de nacionalidad guatemalteca y el cual responde al nombre de José María Ortiz Vides se encontraba unido y manejando a un grupo de mexicanos para realizar actos terroristas, los que consistirían en la colocación de una serie de bombas tanto en el DF como en ciudades del interior del país”.
El AGN explica que la creación y colocación de bombas caseras los diferenció de los demás grupos subversivos de la época y, al mismo tiempo, los puso en la mira del gobierno mexicano para ser detenidos con urgencia.
Sobre la logística del operativo Silenciador, los documentos de la Dirección Federal de Seguridad señalan que “organismos de seguridad localizarán, detendrán y consignarán a los integrantes del grupo subversivo Unión del Pueblo, que se encuentran operando en Oaxaca, Guadalajara y DF para evitar que continúen realizando actos de terrorismo”.
Los cuatro grupos que integraban el operativo tenían la orden de “al capturar a los elementos subversivos rindiera(n) un informe gráfico a la DFS, donde se incluyera de manera detallada de la acción y el orden en el que se dieron los enfrentamientos”.”
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A los grupos que integraban el operativo se les dio la instrucción de capturar a cada persona por medios pasivos hasta donde la situación lo permitiera, para después proceder a interrogarlos. El plan de operaciones tenía dos anexos: el organigrama de la Unión del Pueblo y una lista de prófugos del mismo grupo.
“Hoy en día, gracias al acceso al acervo de la DFS, abierto al público en el Archivo General de la Nación, que durante muchos años estuvo restringido, podemos saber con mayor certeza y detalle los planes y estrategias que implementó ese organismo”, apunta el AGN en relación al cuerpo policial que dependía de la Secretaría de Gobernación y que es acusada de múltiples violaciones a los derechos humanos en su misión de apaciguar de manera clandestina a los grupos disidentes.”