Irán prometió una “respuesta apropiada” a los bombardeos israelíes contra sitios militares iraníes que causaron la muerte de cuatro soldados
El presidente iraní Masud Pezeshkian afirmó el domingo que la República islámica no busca la guerra, pero prometió una “respuesta apropiada” a los bombardeos israelíes contra sitios militares iraníes que causaron la muerte de cuatro soldados.
“No buscamos la guerra, pero defenderemos nuestra nación y nuestro país”, declaró Pezeshkian en un Consejo de Ministros. “Daremos una respuesta apropiada a la agresión del régimen sionista”, añadió.
El presidente aseguró que su país “responderá a cualquier estupidez con tacto e inteligencia”.
Además, alabó a las fuerzas militares que perdieron la vida en los bombardeos israelíes y expresó sus condolencias a sus familias.
“Los hijos de Irán sacrificaron sus vidas en defensa de la patria”, sostuvo el mandatario iraní.
El Ejército de Irán anunció ayer la muerte de cuatro militares “mientras defendían la seguridad del cielo del Irán”, ante los ataques lanzados por Israel.
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El Estado judío calificó de “precisos ataques contra objetivos militares” de Irán en represalia, indicó, “por los meses de continuos ataques del régimen de Irán contra el Estado de Israel”, en referencia a los dos ataques directos de Teherán a su territorio y a las ofensivas de sus aliados de la alianza antiisraelí ‘Eje de la Resistencia, integrada por Hezbolá del Líbano, los palestinos de Hamas y los hutíes de Yemen, entre otros.
Aún así, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán se reservó el derecho a responder al bombardeo de Israel, que además de causar cuatro muertes, causó daños en algunos radares.
Asimismo, el ministro iraní de Exteriores, Abás Araqchí, aseguró que “Irán no tiene límites para proteger y defender sus intereses y su integridad territorial y a su pueblo”.
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Irán atacó Israel el 1 de octubre con unos 180 misiles en respuesta al asesinato del líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, en Beirut y del líder de Hamas, Ismael Haniyeh, en Teherán en julio.
Este fue el segundo ataque de Irán contra Israel, después de que el pasado abril lanzase por primera vez contra territorio israelí una serie de bombardeos con misiles y drones.
