Los escritores españoles fueron reconocidos por sus trayectorias con la Medalla Carlos Fuentes que otorga la FIL Guadalajara
GUADALAJARA. Ante la pérdida de verdad, propiciada por las redes sociales y la era digital, los escritores Rosa Montero y Fernando Aramburu revalorizaron su búsqueda a través de la literatura, como lo han hecho a través de sus propias obras, por las que fueron reconocidos con la medalla Carlos Fuentes que otorga la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
“Yo creo que las mentiras de la narrativa son las verdades más grandes a las que podemos llegar. A mí esas supuestas mentiras me han enseñado cosas. Yo he estado escribiendo algo que era totalmente mentira y de repente he dicho ¡Eureka!, acabo de entender algo de mi infancia que no entendía. Nosotros tratamos de escribir lo más verdadero“.
“Le preguntaron a Hemingway una vez que era lo que tenía que escribir un escritor y él dijo escribe la cosa más verdadera que conozcas y eso no tenía que ver con ser realista o costumbrista, sino con la cosa más verdadera que te resonara dentro. Tienes que escribir ese libro que es necesario y que habla de esa verdad profunda”, dijo la escritora Rosa Montero, quien entre su amplio y versátil catálogo ha abordado la autoficción, el ensayo, la crónica y la ficción.
Por su parte, Aramburu, autor que refleja en su obra poética y de narrativa, historias relacionadas con la realidad del País Vasco, aseguró que lo que le ha interesado es “la condición humana”, a partir de su propia experiencia de vida.
“Cuando yo decidí ser escritor, una vez que fracasé en la tentativa del deporte, lo que me quedó fue la literatura. De hecho, yo me considero un escritor que se dedica a cumplir el sueño de un adolescente, por lo que en ese momento me dije: La literatura va a ser tu espacio para tu verdad personal, aunque sea erróneo o impreciso, será lo que tú piensas o lo que tú sientes. Todo lo que pongas en el papel es un espejo, porque es muy difícil engañarse”, declaró, el autor de la novela Patria.
Escribir no es terapéutico: Rosa Montero
Tras relatar que su incursión en la escritura fue cuando tenía apena cinco años de edad, la autora de El peligro de estar cuerda aseguró que la literatura ha formado parte medular de su vida, definiendo así su propia identidad y conciencia.
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A veces te preguntan si escribir es terapéutico, y la verdad es que no, porque lo terapéutico es muy superficial. Terapéutico es tomarse una aspirina cuando tienes fiebre y la escritura no es eso, es un esqueleto exógeno que te mantiene en pie.Rosa Montero.
“Tengo la intuición de que si dejara de escribir me volvería loca, no podría seguir siendo, pero si dejar de escribir es deshacerte, dejar de leer es la muerte instantánea, es como vivir en un mundo sin oxígeno. ¿Cómo se puede vivir en un mundo sin leer?”, lanzó la pregunta la escritora.
En tanto, Aramburu confesó que su vida literaria comenzó siendo un adolescente, y por obligación cuando en su escuela le dejaron leer la novela El lazarillo de Tormes. Esto le dejó una sensación de odio por las letras la cual cambió cuando conoció a otro profesor que lo indujo desde el placer de la lectura, cosa que calificó como muy valiosa de reconocer en la profesión docente.
Como España es el país invitado de honor de esta edición de la FIL Guadalajara, Rosa Montero dijo que es necesario continuar con el proceso de diálogo entre naciones hispanohablantes en todo el mundo.
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“Creo que hemos empezado a advertir y a asumir nuestras diferencias y empezar a leernos más. Eso es maravilloso, porque deberíamos ser mucho más conscientes de la belleza que tenemos. No hay una lengua en el mundo que tenga una veintena de países que la hablan, cada uno con su diversidad cultural”, finalizó.