Son hechas de lana
El señor Navor es originario de Tulancingo, sus padres llegaron desde el año 1954 y desde ese momento empezaron a trabajar la artesanía en lana y es un legado familiar que ha pasado de generación en generación.
Su padre tenía un local de la artesanía en Allende en Tulancingo y el proceso para su elaboración de inicia por la trasquila del borrego, que se lava y se prepara y se lleva a la carda y de ahí se saca un pabilo, el cual les permite sacar el hilo con diferentes gruesos.
Llevan a cabo prendas como los sarapes, cotirindas, chamarras las cuales se lleva aproximadamente una semana, el cual solo lleva dos días en tejer y para sacar el hilo es un dia más, lavar la lana y el secado para la misma el cual a nosotros damos a su venta en mil 200 pesos, precio económico para el mexicano, así lo mencionó,
Comenta que su hija se dedica complementa a la actividad artesanal de las prendas y en su misma línea llevan de la mano a su nieta que realiza el tejido de prendas con gancho.
Todas la figuras trazada en las prendas es a mano el trabajo a base de pura madeja y se realiza con muestrario de cuadrille que les permiten tener las figuras más precisas.
También menciona que manejan prendas hechas a máquina de material acrilan (es plástico), pero solo si la gente lo pide lo trabajan porque solo ese material no es garantizado porque no tienen el mismo proceso. Yo tengo cobijas de más de 30 años las cuales puedo decir que aún siguen calientitas de 100% de lana.
La artesanía es muy barata, solo que el precio que se les pone solo el valor que representa nuestro trabajo artesanal y que es valioso, así lo dijo Navor