Las Rayadas consiguieron empatar el marcador global para llevar a las Águilas hasta la tanda de penales, donde las de Monterrey concretaron el título
Fue necesario llegar hasta los penaltis para conocer a las nuevas campeonas del futbol mexicano. Las Rayadas llevaron el partido a las últimas circunstancias y desde los 11 pasos se coronaron campeonas de la Liga MX Femenil.
El escenario era digno de una Final, porque aunque el Estadio BBVA no se llenó como se esperaba, el apoyo de los miles de aficionados se sintió para las Rayadas; sin embargo, pronto en el partido, América silenció al Gigante de Acero y Sarah Luebbert fue la encargada de hacerlo.
Y es que la estadounidense, una de las mejores en el cuadro azulcrema se perdió la Ida, pero en la Vuelta, le bastaron nueve minutos de juego para hacerse presente en el marcador y poner arriba al América.
Parecía que las Rayadas seguían en el letargo que mostraron en el primer partido y de que salieron perdiendo 1-0. Incluso en la Vuelta y yendo abajo en el marcador, Nicole Pérez se dió el lujo de fallar sola frente al marco rival, un gol prácticamente hecho.
Y con el marcador a su total favor, las Águilas siguieron encima de las Rayadas y el gol de Coapa estaba cada vez más cerca que el de Monterrey e incluso Sarah Luebbert seguía siendo un dolor de cabeza para las locales.
Rayadas despertó con el gol de Seoposenwe
Y entonces, el poder sudafricano de Rayadas llegó, y con un gol, luego de un centro preciso de Christina Burkenroad, Jermaine Seoposenwe empujó la pelota causando una total euforia en los Miles de aficionados regios, pues con ese gol se reavivó la esperanza, aunque seguían abajo en el marcador global.
Para la segunda parte del juego, las Rayadas parecían haber despertado, pero la contundencia regia no estaba en su mejor noche, pues en jugadas claras varias jugadoras fallaron al definir, incluyendo a la capitana Rebeca Bernal y la propia Jermaine que por más que intentó, no lograba el gol de la igualada global.
El Gigante de Acero rugía. Cada movimiento tanto de las locales como de las visitantes era digno de que la gente exclamara algo; sin embargo, la exigencia de la afición regia era clara: que su equipo reaccionara y se llevará el título, pero América no daba ni el más mínimo espacio.
Monterrey encontró el empate global en los últimos minutos
Los últimos minutos fueron una absoluta locura, la situación era sumamente tensa. Las Rayadas querían dejar la copa en su estadio y hacían todo lo posible; ya con el cansancio a cuestas siguieron luchando por el gol que les diera el empate en el global, pero las Águilas no dejaban que la pelota estuviera cerca de su arco.
Pero nada estaba escrito. Ya en el tiempo agregado, la árbitra recurrió al VAR y corroboró la mano de Anne Kaci, y quién mejor para cobrar el penalti que la capitana Rebeca Bernal, quien anotó y causó que la Final se definiera en penaltis.
Comenzaron a tirar ante la emoción de los más de 30 mil aficionados; las porteras fueron determinantes, se erró uno para cada lado, y al final, fueron las Rayadas quienes en su casa y con su gente, le pusieron una estrella más a su escudo y en el primer torneo de Amelia Valverde en la dirección técnica.
Publicado originalmente en ESTO