Fue miembro del destacado equipo Tejones de Tulancingo, de los años 60
Justo un año después de haber sido homenajeado junto con algunos de los exjugadores de los Tejones de Tulancingo, Jesús Bravo Solís, partió de este mundo recibiendo el reconocimiento de la sociedad en general, pero sobre todo, de la comunidad deportiva, gracias al legado que dejó junto con su equipo en el deporte tulancinguense.
Fue en marzo de 2023 cuando la Liga Oficial de Voleibol de Tulancingo rindió homenaje a uno de los equipos más importantes en esta disciplina deportiva, que tuvo auge a nivel estatal.
Por esa fecha, Jesús Bravo Solís, en entrevista exclusiva para El Sol de Tulancingo, recordó que la virtud de los Tejones, que jugaron cuatro torneos pre nacionales representando a Hidalgo, fue que eran unos virtuosos del deporte, “eran unos deportistas natos”.
Fue en la escuela Secundaria José María Lezama donde surgió el equipo, en 1964, con sus miembros de entre 14 y 15 años de edad. Ellos preferían jugar que entrar a clases y su equipo comenzó a destacar primero en lo local, y después a nivel estatal; “nunca perdimos un partido, ni en Tulancingo ni en el estado”, recordó en ese entonces.
Lo anterior, les valió para que las autoridades deportivas a nivel estado, seleccionaran a cada uno de ellos para integrar el selectivo estatal; ya que jugaban con mucha pasión y un estilo particular de juego, depurado y estratégico, pero todo ello, sin la necesidad de contar con un entrenador o director técnico.
“Al paso del tiempo ganamos cuatro pre nacionales, pero la gran virtud de nosotros era que no teníamos técnico, éramos líricos, entrenábamos solitos”, contó en aquella entrevista.
También reconoció que, de haber tenido más técnica y preparación, sus alcances serían otros, incluso llegar a olimpiadas nacionales. “Nos faltó alguien que nos dirigiera, no teníamos ni para uniformes, fue un trabajo bastante duro, pero nos gustaba bastante el deporte, éramos deportistas natos y también fuimos campeones en básquetbol y futbol”.
Este 30 de mayo, Jesús “Chuchet”, como era conocido por sus amigos, fue despedido de este mundo terrenal, por familiares y amigos.