En estos últimos tres años, hubo 75 presentaciones con artistas emblema del género de boleros y baladas
La Velaria del Jardín La Floresta en el centro de Tulancingo, así como al menos 500 personas que se dieron cita, se volvieron testigos de la última de las Noches Bohemias, espectáculo dedicado al entretenimiento de los adultos mayores que paulatinamente se volvió el sucesor de los Jueves de Danzón.
Acompañados de sus familias, no solo llegaron “cabecitas blancas”: también se presentaron parejas jóvenes, estudiantes, adolescentes, incluso niños, quienes como si la memoria genética les trajera a la piel la música que escucharon sus padres o abuelos, acapararon las primeras filas.
Los que tocaron primero fueron Los Dandys, agrupación que despegó en la fase final de la década de los 50 en la Ciudad de México y que inmortalizó temas que se volvieron patrimonio del acervo musical nacional. “Tres Regalos”, “Gema”, “Mi Linda Esposa”, por mencionar algunos, se entonaron este viernes en el corazón de Tulancingo y no solo a voz del ensamble, también de los asistentes que corearon de principio a fin.
La tarde sigue con un despliegue de referentes como Los Príncipes, Reconocimientos, La Tóxica y por supuesto, Los Rockin Devils, otra de las bandas con mayor impacto en la música rockabilly y rock and roll. El repertorio de hoy se integra a otras presentaciones que hubo a lo largo de estos años como Los Panchos, de Los Pasteles Verdes, Los Terrícolas, entre otros.
Al respecto, Humberto Delgadillo, director de Cultura del municipio de Tulancingo, refirió que “Es muy emotivo. Se han presentado más de 150 agrupaciones locales además de las estelares (…) la gente no dejó de venir cada ocho días”
“La gente lo exige. Estamos muy preocupados por la juventud y eso es muy bueno, porque es el futuro de México. Pero que no se nos olvide que todavía hay personas adultas y el entretenimiento de las Noches Bohemias ha unido a familias, a amigos que no se han visto en muchos años”, sentenció el funcionario.
Una de esas familias es sin duda la de Olga y Toño, pareja de abuelitos que faltó en contadas ocasiones al show. Su razón es muy sencilla pero también compleja de explicar. Como ya hemos referido, aquí encontraron un espacio en el cual disfrutar las canciones con las que se enamoraron hace más de 50 años cuando eran vecinos en el Callejón de la Luz, pequeña arteria de la colonia Anáhuac, en la Ciudad de México. El destino los puso en Tulancingo y el amor al recuerdo en La Floresta, en las Noches Bohemias.